Ekonomiaren Garapen, Jasangarritasun eta Ingurumen Saila

Fecha de publicación: 16/02/2007
Esther Larrañaga: Anticipando medidas de adaptación al cambio climático podría evitarse más de la mitad del daño económico de una inundación en Bilbao
El Departamento de Medio Ambiente presenta una metodología elaborada según el modelo del gobierno británico, bajo la dirección del profesor Anil Markandya y que analiza en su primer caso el impacto adicional atribuible al cambio climático en la capital vizcaina.

Se trata de una valiosa herramienta porque permitirá a otras administraciones y entidades tanto públicas como privadas calcular los costes económicos asociados a la transformación del clima y seleccionar medidas de adaptación coste-eficientes.

Los costes económicos de una hipotética inundación en Bilbao serían un 56, 4% mayores por efecto del cambio climático. Así se desprende del trabajo presentado esta mañana en el aula magna del campus de la UPV en Sarriko por la consejera de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Esther Larrañaga, bajo el título “Metodología para valorar los costes de los impactos del cambio climático en el País Vasco: el caso de Bilbao”, elaborado a instancias del Departamento bajo la dirección del catedrático de la Universidad de Bath (Reino Unido) y experto del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), Anil Markandya.

La metodología presentada hoy es, en definitiva, una valiosa herramienta para calcular, en cualquier lugar, los costes económicos asociados al cambio climático y seleccionar opciones de adaptación coste-eficientes. Para ello, adapta al ámbito geográfico del País Vasco el método de valoración de costes desarrollado por el Gobierno Británico en el marco de su Programa de Impactos del Cambio Climático (UKCIP) y la aplica, en este caso, para estimar los costes de una posible inundación en el municipio de Bilbao.  

Así, contempla tres escenarios posibles: Un escenario base (situación actual); un escenario de referencia (la prospección de la situación futura, pero sin considerar el cambio climático); y finalmente un escenario cambio climático (el escenario de referencia, pero añadiendo variaciones en el clima).

Los daños anuales medios en el ESCENARIO BASE oscilan entre 224,65 y 275,09 millones de €, siendo los impactos sobre la propiedad residencial los que representan una mayor proporción del coste total. Hay que tener en cuenta que las inundaciones de agosto de 1983 provocaron en Bilbao alrededor de 360 millones de euros en daños (con los precios de aquel año). Esta cifra equivale, en precios de 2005, a unos 930 millones de euros. Los daños anuales medios en el ESCENARIO DE REFERENCIA, proyectado hasta el año 2080, oscilan, entre 229,25 y 281,27 millones de €. Sin embargo, los daños anuales medios previstos en el ESCENARIO CAMBIO CLIMÁTICO, también proyectado hasta el 2080, se sitúa, en precios de 2005, entre 358,46 millones de euros a 439,77 millones de euros.

De esta forma, la variación del coste atribuible al cambio climático, es decir, la diferencia entre los costes del Escenario Cambio Climático y los del Escenario de Referencia, oscila entre 129,21 y 158,50 millones de €, para nuestra “mejor estimación”, es decir un 56,4% más. Dicho de otro modo: anticipando medidas de adaptación a las consecuencias del cambio climático podría evitarse un sobrecosto de más del 50% en las pérdidas derivadas de una hipotética inundación en Bilbao.

Según destacó la consejera Larrañaga, las medidas de reducción de emisiones son imprescindibles, pero no suficientes, por lo que es preciso también y además desarrollar actuaciones de adaptación y estar así preparados para minimizar los potenciales impactos y consecuencias negativas del cambio climático. “Actuar hoy puede significar evitar mañana unos daños y unos costes mayores derivados de los efectos del cambio climático; por el contrario, la inacción implica asumir el riesgo de que los impactos del cambio climático nos sobrevengan de modo repentino y supongan unos daños y unos costes que no seamos capaces de asumir”, sentenció.

En este contexto se sitúa esta metodología cuyo potencialidad, según destacó Larrañaga, es que ofrece a los responsables de la toma de decisiones (públicos o privados, y tanto a nivel estatal como de la CAPV o de los entes locales) la posibilidad de valorar los costes del cambio climático y compararlos con los costes de las medidas de adaptación. De hecho, la consejera anunció la voluntad de su Departamento de formar expertos que puedan aplicarla en otros ámbitos de la administración o de las empresas.

El trabajo presentado hoy se enmarca en las actuaciones que lleva a cabo el Departamento de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio para combatir el cambio climático, la principal prioridad marcada por la consejera a comienzo de legislatura, y que se concreta, además de en acciones de sensibilización social, en la creación, en enero de 2006, de la Oficina Vasca de Cambio Climático, de carácter interdepartamental y que desde hace tiempo trabaja en la elaboración del Plan Vasco de Lucha contra el Cambio Climático, que este otoño verá la luz.

Y es que, a juicio de la consejera, el cambio climático no es ya una hipótesis, sino un problema real, tal y como se ha encargado de atestiguar el reciente informe hecho público por expertos de Naciones Unidas en París.