Ekonomiaren Garapen, Jasangarritasun eta Ingurumen Saila

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nº 43.
el tiempo

¿Y la familia qué?

La comunicación familia-escuela, el mejor apoyo extraescolar para nuestros hijos e hijas

deberes

¿Cómo debemos organizar el tiempo dedicado a los deberes en casa?

En un primer lugar hay que tener en cuenta que es el centro el que decide si se mandan o no deberes y en qué cantidad son adecuados para el alumnado. Por lo tanto, es el profesorado quien marca este tiempo. Otra cosa bien distinta es que en las familias debemos tomar este tiempo como una variable antiestresadora y no como ocurre en la mayoría de los casos, como todo lo contrario. Generalmente el estrés viene dado por un cálculo erróneo de los tiempos en nuestros diferentes trabajos. Aprender a gestionar nuestro tiempo es un paso muy importante dentro del aprendizaje de cualquier persona y en este punto las familias podemos ayudar con el simple hecho de preguntar al alumnado, sin saber siquiera cuál es la materia, cuánto tiempo cree que va a invertir en esa tarea para comprobar después en qué medida ha encajado sus propósitos.

Lo realmente importante no es si invierte poco o mucho tiempo sino que calcule este tiempo, que sea capaz de organizarse. Aunque a veces los padres y madres nos lleguemos a obsesionar en este sentido, no existe hoy en día ninguna investigación que revele correlación alguna entre el tiempo invertido y el rendimiento académico. Por el contrario, sí se aprecia esta relación entre la mera realización de las tareas y la obtención de mejores calificaciones.

¿Es importante disponer de tiempo libre al salir de la escuela?

Las personas para construirnos necesitamos irremediablemente de tiempos propios y en el caso de los niños y niñas en mayor medida. Es en estas edades cuando se trabaja en mayor profundidad en el proceso de construcción personal por lo que cuanto más jóvenes son más tiempos propios deben tener para llevar a cabo esta construcción desde ámbitos tan naturales como el juego o las relaciones con los demás.

¿Se mandan hoy en día demasiados deberes?

Si hacemos caso al informe PISA de la OCDE, España es uno de los países en los que más deberes se mandan, por encima de la media. Esta afirmación choca, sin embargo, con un rendimiento académico por debajo de este umbral. En países como Finlandia, por ejemplo, apenas se mandan deberes y su situación en estos rankings es mucho más favorable.

Por otro lado, aunque no todos, la mayoría de los deberes que se mandan están dirigidos al trabajo individual y no siempre se tienen en cuenta las capacidades del alumnado. Cuando es pequeño, éste no es capaz todavía de autogestionarse (organizar la tarea, programarla en el tiempo...) y en ocasiones se da un desajuste en los centros escolares ya que estos empiezan a mandar deberes a edades demasiado tempranas cuando el alumnado necesita de un adulto a su lado para llevarlos a cabo. Parece que las edades más recomendables están en torno a los diez u once años.

¿Son recomendables las clases particulares? ¿Se abusa de ellas?

Son varias las investigaciones que hablan de la correlación entre el rendimiento académico y las actividades organizadas o extraescolares. Parece que entre el alumnado que asiste a más de dos de estas actividades el rendimiento académico desciende, es decir, no es recomendable rellenar todo el tiempo por las tardes con idiomas, artes, etc. Por el contrario, se aprecia una mejora del rendimiento entre quienes cuentan con una actividad deportiva entre esas dos.

¿Cómo podemos ayudar a nuestros hijos e hijas?

Es fundamental que no nos convirtamos en profesores de apoyo, el familiar no es un profesor particular que realiza la tarea junto al estudiante, que le toma la lección o le explica los contenidos. La familia debe cumplir otras funciones. Es recomendable dejar de lado los contenidos ya que, además de que es el profesorado quien dispone de las herramientas más adecuadas para este proceso, cada uno tenemos nuestro tope, es decir, alguien podrá explicar una materia pero quizá no otra o viceversa, y es prácticamente seguro que no llegaremos a abarcar todas las temáticas.

En este sentido, lo ideal es preguntar sobre lo realizado y detectar los problemas que le surjan en materia de comprensión, incapacidad de realizar algún ejercicio, etc. e informar al centro escolar de ello. Esta información es realmente valiosa, y en la mayoría de los casos desconocida, para que el docente controle un proceso de aprendizaje en el que las tareas se desarrollan en otro ámbito al margen del aula. Enviar notas o utilizar la agenda escolar con el fin de comunicarnos permanentemente con el profesor es uno de los mayores apoyos que podemos ofrecerle a nuestro hijo o hija.

En cuanto al objetivo de aprender a aprender, lo más adecuado es centrarnos en aspectos motivacionales y mantener una actitud positiva hacia la escuela. Mantener expectativas medianamente altas de que va a poder con la tarea, hablar de los beneficios que supone este aprendizaje, darle un sentido a la tarea que está realizando, fortalecer sus ilusiones de futuro (si de mayor quieres ser esto o lo otro, es bueno para ti estudiar esta materia...) es tan importante como observar señales de frustración para ayudarle o comentarlo en el centro.

Por otro lado, en un tercer plano más cognitivo, por ejemplo, se les puede ayudar a fraccionar los deberes, echarles una mano con los tiempos y con el orden siempre a través de preguntas: ¿cuántos deberes tienes?, ¿cómo los vas a hacer?, ¿vas a hacer todos hoy?, ¿por qué vas a hacer esos hoy? Y aún más. Incluso una vez solventadas sus dudas en clase, volver a preguntar: ¿preguntaste aquello que no entendías?, ¿cómo te fue?, ¿qué te contestó el profesor? Jugar con las dudas para ofrecer nuestro apoyo es fundamental en los procesos de aprendizaje.

Y respecto a aspectos metacognitivos, la ayuda puede ser más fácil aún. Podemos empezar por ayudarles a organizar el contexto de estudio, dotarles de espacios adecuados, tranquilos, bien iluminados, no dejar a los hermanos que molesten, valorar el esfuerzo que está realizando, evitar o reducir por todos los medios los elementos distractores como son la televisión, móviles, internet, etc.

Da una gran importancia a la relación familia-escuela...

Sí, por supuesto. Informar al docente sobre cómo le ven en casa a la hora de realizar los deberes es muy importante para que estos puedan atinar con las tareas a mandar. Como he dicho, debemos centrar nuestra labor en conceptos más procedimentales y actitudinales dejando los contenidos en manos del profesorado. Una situación habitual: si un familiar percibe el sufrimiento por no poder realizar la tarea, una situación que genera mucha angustia bien en los más pequeños por no hacer lo que manda la 'andereño' o bien en los más mayores porque eso influirá negativamente en su nota final, y es éste quien la realiza, en la escuela nadie podrá detectar qué sabe y qué no sabe y esta es una de las funciones principales de los deberes. Sin embargo, si el adulto decide poner esta situación en conocimiento del centro, sus responsables tomarán buena nota del problema generado y lo llevarán al aula a través de planteamientos didácticos que logren solventar de manera satisfactoria esta situación.

Joxe Amiama
El psicopedagogo Joxe Amiama trata de resolvernos en esta entrevista varias de las dudas más habituales que nos surgen a los padres y madres a la hora de abordar con nuestros hijos e hijas la realización de los deberes en casa.

Joxe Amiama

Foto Goiena Magazine (licencia CC)

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